El traspaso de Rafael Devers a los Gigantes de San Francisco no solo sacudió el mercado de la Liga Americana. También podría tener un impacto profundo en el legado del antesalista dominicano, especialmente en sus aspiraciones a futuro en el Salón de la Fama. Más allá del golpe emocional que significó su salida de Boston, el cambio de estadio representa un reto estadístico significativo.
Rafael Devers dejó el Fenway Park, considerado el segundo estadio más favorable para bateadores zurdos en todas las Grandes Ligas, según los índices de park factor. El histórico parque de los Medias Rojas ha sido un santuario para zurdos como él, con una configuración que favorece tanto el contacto como la potencia, especialmente hacia la banda contraria.
Rafael Devers enfrenta un problema en San Francisco
En contraste, Oracle Park, sede de los Gigantes, es una de las plazas más hostiles para bateadores zurdos. De hecho, es el tercero menos favorable en las Grandes Ligas, y ha sido calificado como el estadio más difícil para conectar cuadrangulares por parte de jugadores zurdos. El porcentaje de batazos bien conectados (barrels) que se convierten en jonrones allí cae hasta un alarmante 48.7%, una de las tasas más bajas de la liga.
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Este cambio de entorno podría limitar seriamente la producción ofensiva de Rafael Devers en los próximos años. En una era en la que las métricas avanzadas y las estadísticas acumuladas siguen teniendo un peso crucial para evaluar candidaturas al Salón de la Fama, un descenso sostenido en jonrones, slugging o WAR podría afectarlo de forma directa.
Aunque su talento no está en duda y su consistencia con el madero ha sido probada, el reto ahora será mantener números élite en un estadio que históricamente apaga el poder zurdo. La mudanza de Rafael Devers a San Francisco podría no solo modificar su rendimiento inmediato, sino también alterar la trayectoria histórica que venía construyendo. Por todo esto, el cambio a los Gigantes no solo es un giro deportivo: también podría marcar un antes y un después en su legado.