Durante una etapa reciente, los Yankees de Nueva York contaron con una riqueza poco común en una sola posición: tres jóvenes receptores con alto potencial ofensivo. Ben Rice, Carlos Narváez y Agustín Ramírez compartieron sistema de desarrollo en ligas menores, pero hoy sus caminos se han separado y dos de ellos están destacando lejos del Bronx.
El dominicano Agustín Ramírez, actual receptor de los Marlins de Miami, ha dado un salto importante en su progresión y ahora exhibe un notable OPS+ de 126, confirmando su capacidad para producir en Grandes Ligas. Con buen manejo del pitcheo joven y poder ocasional, se ha ganado su lugar en el equipo floridano en una temporada de reconstrucción.
Yankees se arrepienten del cambio de Ramírez y Narváez
En el otro extremo de la Liga Americana, el venezolano Carlos Narváez ha comenzado a consolidarse como una opción confiable en los Red Sox de Boston, con un sólido OPS+ de 130. Su capacidad ofensiva, sumada a un trabajo defensivo eficiente, le ha permitido destacar en una organización que ha confiado en su talento tras su salida de Yankees.
El único que permanece con los Yankees es Ben Rice, quien lidera al trío con un OPS+ de 139, pero el hecho de que Ramírez y Narváez hayan florecido en otras organizaciones deja abierta la pregunta: ¿dejaron ir demasiado pronto a dos piezas valiosas?
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La historia de Agustín Ramírez y Carlos Narváez refleja lo impredecible que puede ser el desarrollo de talento en MLB. Ambos encontraron en sus nuevos destinos las oportunidades que quizás no iban a tener en un sistema saturado. Ahora, con sus respectivos equipos, demuestran que están listos para competir al más alto nivel. Lo que en su momento fue una acumulación de promesas en la receptoría, hoy es un recuerdo de lo que pudo ser para los Yankees y una realidad positiva para Marlins y Red Sox.