Los Yankees de New York y sus fans vivieron un momento horrendo en la parte alta de la tercera entrada del partido del martes ante los Blue Jays de Toronto, donde una serie de acontecimientos se combinaron para hacer ver mal a todo miembro de la organización.

Con dos corredores en base, Daulton Varsho conectó un elevado al jardín central, aparentemente controlable, pero Cody Bellinger no logró dominar la pelota. Afortunadamente, su compañero Trent Grisham llegó a tiempo para respaldarlo y evitar un desastre mayor aunque el caos apenas comenzaba.

En medio de la confusión, Grisham optó por realizar el corte hacia Jazz Chisholm Jr., quien lució completamente desconcentrado en la jugada. Mientras Chisholm intentaba reaccionar, Davis Schneider aprovechó el descuido para anotar sin oposición desde la segunda base, dejando en evidencia la falta de comunicación y enfoque defensivo del conjunto neoyorquino.

La jugada rápidamente se viralizó en redes sociales, donde fanáticos y analistas coincidieron en que Grisham debió lanzar directamente al plato, mientras que otros criticaron la falta de instinto defensivo de Chisholm, quien pareció no estar al tanto de la situación.

En cuestión de segundos, lo que pudo haber sido una jugada de rutina se transformó en un episodio bochornoso que reflejó la descoordinación del equipo en un momento crucial. La reacción en el Yankee Stadium fue una mezcla de silencio, frustración y abucheos, dejando claro que la paciencia de los fanáticos se agota cuando errores mentales de este tipo siguen costando carreras.

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