El béisbol, como la vida, da muchas vueltas, y eso lo sabe bien Antonio Gómez. El joven venezolano, quien firmó con los Yankees de New York por $600,000 en 2018 como un prometedor receptor, ha tomado un nuevo rumbo en su carrera profesional. Tras varios años sin destacar con el bate en las ligas menores, la organización decidió darle una segunda oportunidad desde una perspectiva totalmente diferente: el montículo.

A sus 22 años, Antonio Gómez ha sido convertido en lanzador, una transición poco común pero no inédita dentro del béisbol profesional. Y aunque su reconversión aún está en fase inicial no ha debutado oficialmente como pitcher en partidos de ligas menores, los primeros reportes han dejado a más de uno con la boca abierta: Gómez ha sorprendido a los evaluadores al alcanzar las 100 millas por hora con su recta.

Actualmente aparece con estatus de “Lista de desarrollo” en los registros del sistema de ligas menores de los Yankees de New York, una señal de que el equipo está trabajando con él en su adaptación al nuevo rol. Este tipo de movimientos suele implicar entrenamiento especializado y ajustes técnicos antes de permitirle competir en partidos oficiales.

Números de Antonio Gómez en ligas menores.

  • 334 juegos, 1,172 turnos, 150 turnos, 281 hits, 423 hits, 63 dobles, 5 triples, 23 jonrones, 149 carreras remolcadas, 123 boletos, 12 bases robadas, 375 ponches, .240 de AVG y .679 de OPS.

Durante su tiempo como receptor, Gómez era conocido por tener un brazo potente y defensiva decente, pero su ofensiva nunca terminó de despegar, y luego de más de 1,000 turnos sin mejoría, promediando números discretos año tras año, hizo que los Yankees de New York se interesaran en verlo desde la lomita.

La historia de Antonio Gómez está lejos de terminar, y aunque el camino ha cambiado, su sueño de llegar a las Grandes Ligas sigue vivo. Ahora, la pregunta es si podrá desarrollar el control, la mecánica y el repertorio necesarios para abrirse paso en su nueva función. Por lo pronto, su velocidad ya ha encendido las alarmas positivas dentro del sistema de desarrollo de los Yankees.