El jardinero Trent Grisham de los Yankees de New York está sometido en el peor slump de la temporada y justo cuando más lo necesita su equipo que se encuentra en la pelea por ganar la división este de la Liga Americana.
Trent Grisham, quien ha sido el primer bate de los Yankees de New York durante la mayor parte de la temporada, la ha estado pasando mal desde el mes pasado hasta la fecha. Sin embargo, ha venido dando señales de decaimiento desde hace más o menos 30 juegos, pero algunos jonrones oportunos habían maquillado la verdadera situación:
Números de Trent Grisham desde hace un mes.
- Últimos 7 juegos: 21 turnos, 1 hit, 0 jonrones, 0 remolcadas, 4 boletos, 9 ponches, .048 de AVG
- Últimos 15 juegos: 50 turnos, 7 hits, 3 jonrones, 11 remolcadas, 9 boletos, 22 ponches, .140 de AVG.
- Últimos 30 juegos: 110 turnos, 23 hits, 9 jonrones, 18 remolcadas, 19 boletos, 37 ponches, .209 de AVG
Aunque en ese tramo de 30 encuentros conectó nueve cuadrangulares y produjo 18 carreras, lo cierto es que su promedio de bateo ha caído en picada. Su desbalance ofensivo lo convierte en una pieza impredecible: capaz de conectar un batazo largo en un momento clave, pero también de acumular turnos improductivos en serie.
Un reto para Aaron Boone.
La mala racha de Grisham plantea un dilema para el dirigente Aaron Boone. Los Yankees necesitan estabilidad en el tope de la alineación para respaldar a figuras como Aaron Judge y Cody Bellinger, pero el jardinero no ha logrado aportar con la consistencia requerida.
De cara a la recta final, Nueva York se juega más que una división: también se juega la confianza rumbo a los playoffs. Para ello, Trent Grisham deberá reencontrarse con su mejor versión ofensiva y devolverle a los Yankees el bateo de contacto y embasamiento que justificó su rol como primer bate.