Shohei Ohtani volvió a desafiar las estadísticas con una actuación histórica en la postemporada de las Grandes Ligas. En un juego que combinó poder y vulnerabilidad, el astro japonés se convirtió en el primer pelotero en la historia de la MLB en conectar dos cuadrangulares y poncharse tres veces en un mismo partido de playoffs.

El encuentro, disputado en el Dodger Stadium, fue testigo de una actuación que refleja la dualidad del béisbol. Shohei Ohtani abrió el marcador con un jonrón solitario en la primera entrada, enviando una recta a más de 115 mph por encima del jardín derecho. Más tarde, en el sexto episodio, volvió a sacarla del parque con un batazo de dos carreras que selló la ventaja de su equipo. Sin embargo, entre ambos estallidos ofensivos, el japonés fue víctima de tres ponches, mostrando que incluso los más grandes pueden ser dominados.

Shohei Ohtani logra marca que nadie quiere a pesar de sus dos jonrones

La singularidad de esta actuación no solo reside en la estadística, sino en lo que representa para el legado de Shohei Ohtani. En una era donde la especialización domina el deporte, él sigue demostrando que es posible brillar en múltiples facetas. Su capacidad para impactar el juego tanto con el bate como desde el montículo lo ha convertido en un ícono global y en una figura que redefine los límites del béisbol.

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Este hito se suma a una lista creciente de logros que han marcado su paso por las Grandes Ligas, aunque este no sea el más positivo. Desde su llegada a Estados Unidos, Shohei Ohtani ha roto moldes, desafiado convenciones y capturado la atención de fanáticos y analistas por igual. Su actuación en este juego de postemporada no solo impulsó a los Dodgers hacia la victoria, sino que también dejó una marca indeleble en la historia del deporte, para bien o mal.