El jardinero Ronald Acuña Jr. de los Bravos de Atlanta no la está pasando bien como tercer base en lo que va de la temporada, sus números dejan claro que quizá el dirigente Brian Snitker no tomó la mejor decisión sobre sus movimientos en la alineación.

Acuña Jr, quien se perdió todo el 2024 e hizo su debut en mayo del 2025, no tardó en retomar su lugar como uno de los peloteros más electrizantes de las Mayores. En pocas semanas dejó números impresionantes que le permitieron ser elegido como titular en el Juego de Estrellas 2025, demostrando que su talento se mantiene intacto y que su regreso fue uno de los grandes momentos de la temporada. Su poder, velocidad y capacidad para cambiar el curso de un partido lo volvieron a colocar en el centro del espectáculo.

Sin embargo, el pasado 12 de julio, los Bravos de Atlanta tomaron una decisión que sorprendió a muchos: Ronald Acuña Jr.  fue movido del primer puesto del orden ofensivo al tercer turno. Desde que debutó, Ronald había sido el primer bate habitual del equipo, y su impacto en esa posición era evidente.

Su presencia al inicio del lineup generaba presión inmediata sobre los lanzadores rivales, y habría el juego con un dinamismo difícil de igualar. Cambiarlo de rol fue una apuesta estratégica de la organización para intentar maximizar su producción en momentos de más tráfico en las bases, pero el resultado no ha sido el esperado.

Diferencias en sus números.

  • Como 1er bate: 41 juegos, 36 anotadas, 49 hits, 6 dobles, 11 jonrones, 20 remolcadas, 31 boletos, 48 ponches, .327 de AVG y 1.029 de OPS.
  • Como 3er  bate: 9 Juegos, 9 anotadas, 7 hits, 2 dobles, 1 triple, 2 jonrones, 3 remolcadas, 7 boletos, 14 ponches, .206 de AVG y .841 de OPS.

Desde ese ajuste en el orden ofensivo, el rendimiento ofensivo de Ronald Acuña Jr ha caído de forma notable. Su promedio de bateo, porcentaje de embasarse y poder han sufrido un bajón visible, generando múltiples interrogantes entre fanáticos, analistas y hasta dentro del clubhouse.

Algunos creen que Acuña se siente más cómodo como primer bate, donde puede desplegar toda su agresividad desde el primer lanzamiento. Otros piensan que el cambio lo ha sacado de ritmo y lo ha hecho perder parte de la chispa que lo hace único.