El jardinero cubano-mexicano Randy Arozarena de los Marineros de Seattle usó la inteligencia para engañar y trolear a los Rangers de Texas, que fueron víctimas de la gran astucia durante la jornada del sábado en las Grandes Ligas 2025.

Justo en la parte alta de la sexta entrada Randy Arozarena consiguió llegar hasta la primera base luego de conectar un sencillo remolcador de la carrera del empate, pero lo mejor vino después, cuando usó su velocidad, talento y, por supuesto, sus dones de actuación para engañar por completo a los Rangers de Texas.

En un viraje del lanzador Kumar Rocker, Randy Arozarena fingió que cuando se devolvió hacia la almohadilla había sentido una molestia. Incluso, los médicos del equipo le preguntaron si debía acudir a él para determinar la gravedad. Minutos después, el cubano decidió permanecer en el juego y sorprendió a sus rivales, al momento de robarse la segunda base en un momento en que el cuadro interior de los Rangers estaba confiado debido a que apenas unos minutos antes, Arozarena parecía estar lastimado y robarse la segunda base no era una opción.

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El robo no solo puso en posición anotadora a Arozarena, sino que también encendió al dugout de Seattle, que celebró con entusiasmo la jugada maestra de su compañero. Este tipo de acciones refuerzan la reputación de Randy como un jugador impredecible, explosivo y tremendamente astuto.

Más allá de la anécdota, la jugada dejó un mensaje claro: en Grandes Ligas, subestimar a un jugador como Arozarena puede salir muy caro. Porque cuando se mezcla el talento con la astucia, el resultado es puro espectáculo.