En medio del terremoto que sacudió a las Grandes Ligas con el traspaso de Rafael Devers a los Gigantes de San Francisco, un nuevo informe del reconocido periodista Jeff Passan añade una capa inesperada a la historia: el propio jugador se habría sentido “maltratado y humillado” por la organización de los Red Sox de Boston.

Mientras los fanáticos intentan asimilar la salida del dominicano, quien por años fue la cara visible del equipo y uno de sus peloteros más consistentes,  Jeff Passan reveló que la ruptura entre ambas partes ya se venía gestando desde hace un tiempo. De acuerdo con sus fuentes, Devers había perdido confianza en la directiva de Boston y sentía que no se le trataba con el respeto que merecía, tanto dentro como fuera del terreno.

 

Descontento silencioso..

Aunque nunca lo expresó públicamente, Rafael Devers venía acumulando frustraciones que, según Passan, giraban en torno a decisiones internas, falta de respaldo en momentos clave y una relación deteriorada con algunos altos mandos de la organización. Se sintió aislado, cuestionado en su liderazgo y, sobre todo, poco valorado tras haber firmado una mega extensión de contrato que en teoría lo consolidaba como el referente del club.

Lo que para muchos fue una sorpresa absoluta, para el entorno cercano del jugador era solo cuestión de tiempo. La salida del antesalista no fue simplemente una movida estratégica, sino también la solución a una relación rota.

El regreso de Boston a la reconstrucción

En la transacción con San Francisco, Boston recibió al prometedor lanzador zurdo Kyle Harrison, al versátil relevista Jordan Hicks, y a los prospectos Jose Bello y James Tibbs. Aunque el paquete tiene valor en el largo plazo, perder a Devers campeón de Serie Mundial, dos veces All-Star y corazón del lineup representa un golpe simbólico y emocional para la afición. Con esta salida, los Red Sox parecen volver a una etapa de reconstrucción, dejando atrás cualquier idea de competir a corto plazo y apostando por jóvenes talentos.

¿Un nuevo comienzo para Rafael Devers?

Para Devers, el cambio representa una nueva oportunidad en un ambiente donde se siente valorado. Los Gigantes lo ven como el hombre que puede liderar su ofensiva y darle al equipo la chispa que han estado buscando desde la era post-Buster Posey.

En San Francisco, Rafael Devers podrá comenzar de nuevo, con un contrato garantizado y una franquicia que, según los primeros reportes, ya lo ha recibido con los brazos abiertos. Mientras tanto, en Boston, queda la incógnita: ¿cómo se permitió llegar a este punto con una de sus estrellas? Las próximas semanas podrían revelar más detalles de una historia que, claramente, tiene mucho más trasfondo del que se conocía.