La temporada 2025 de Grandes Ligas dejó cifras históricas y una de las más sorprendentes lleva el nombre de Paul Skenes. El joven as de la rotación firmó una campaña que pasará a los registros por su dominio en el montículo, aunque los resultados colectivos no reflejaron la magnitud de su actuación.

Desde que la efectividad (ERA) se convirtió en una estadística oficial en 1913, ningún lanzador había terminado un año con más de 200 ponches, una ERA por debajo de 2.00 y, al mismo tiempo, sin contar con un récord ganador. Ese es precisamente el escenario que protagonizó Paul Skenes, demostrando que el desempeño individual puede quedar condicionado por el respaldo ofensivo y las circunstancias de equipo.

Paul Skenes es el mejor lanzador de MLB, pero no logra ganar

El derecho impresionó a toda la liga con su capacidad para dominar rivales y acumular ponches en grandes cantidades. Su efectividad, por debajo de 2.00, lo coloca entre los brazos más dominantes de la era moderna. Sin embargo, la falta de apoyo ofensivo en varias de sus aperturas y decisiones ajustadas impidieron que su récord personal estuviera a la altura de sus números.

Este contraste refuerza un debate clásico en MLB: hasta qué punto las victorias y derrotas reflejan realmente el nivel de un lanzador. En el caso de Paul Skenes, las estadísticas avanzadas confirman que su temporada fue de élite, incluso si la columna de triunfos no lo acompañó.

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El logro de Paul Skenes no solo lo destaca como un talento generacional, sino que también subraya lo impredecible del beisbol. Mientras sus ponches y efectividad lo sitúan en un lugar histórico, su falta de un récord ganador recuerda que el juego es colectivo y que los brazos más dominantes necesitan respaldo para transformar dominio en victorias.