El lanzador derecho de 25 años, Hunter Dobbins, se encuentra entre varios novatos de los Red Sox de Boston que han llegado a las Grandes Ligas con un “odio profesional” ante los Yankees de New York, considerada la mayor rivalidad de las Grandes Ligas.Marcelo Mayer, por ejemplo, dijo que ser abucheado por los aficionados de los Yankees al recorrer las bases tras conectar su primer jonrón el viernes por la noche fue como música para los oídos, ya que soñaba con ese momento de hacerle daño a los Mulos del Bonx.

Sin embargo, el lanzador Hunter Dobbins fue un poco más allá, incluso desafiando lo que muchos tildan de ser un privilegio, que es jugar para los Yankees de New York. Previo al juego del domingo donde se espera que el sea el abridor, Dobbins le dijo a los medios que si un día tendría que firmar en los Yankees para continuar su carrera, entonces optaria por el retiro.

“Mi padre era un fanático acérrimo de los Red Sox.Y ya lo he dicho antes: si los Yankees fueran el último equipo en contratarme, me retiraría” dijo Hubbins, cerrando las puertas a un dia formar parte de los Mulos-.

Dobbins creció jugando en segunda base y dijo que el jugador favorito de los Red Sox de su niñez era Dustin Pedroia. Sin embargo, el lanzador derecho novato no era precisamente un fanático acérrimo de los Medias Rojas como su padre. Al igual que un aficionado que no compra la camiseta de un jugador hasta su retiro por si lo traspasan o se va a un rival, adoptó un enfoque más diplomático y estratégico en el béisbol.

“Crecí viendo mucho a los Red Sox, pero sabía que quería dedicarme a esto profesionalmente. No me encariñé con ningún equipo, pero crecí viendo (a los Red Sox), y creo que por desprecio hacia los Yankees, veía a cualquiera menos a ellos”.dijo Dobbbins. .

Con declaraciones como estas, queda claro que la rivalidad entre Boston y Nueva York sigue viva no solo en las gradas o en la historia, sino también en la sangre de quienes están llamados a escribir el futuro de ambas franquicias. Y para Hunter Dobbins, lanzar para los Yankees jamás será una opción, ni siquiera como último recurso.