No hay duda alguna de que desde que Barry Bonds se retiró, los Gigantes de San Francisco nunca más han vuelto a tener en su roster un bateador elite tan parecido a él, pero eso fue hasta el pasado domingo 15 de junio cuando adquirieron al Rafael Devers desde los Red Sox de Boston a cambio de cuatro jugadores.
Desde que Barry Bonds sacudió 24 jonrones en la temporada 2004, ningún otro bateador en la historia de los Gigantes de San Francisco ha logrado superar la barrera de los 30 jonrones en un año. Sin embargo, esa racha podría llegar a su fin este 2025 con un Rafael Devers integrándose al equipo con 14 jonrones en su cuenta.
Pero más allá de los números, lo que más ilusiona a la afición de los Gigantes es el perfil de Devers: un bateador zurdo con un swing explosivo, capacidad para batear para promedio y poder para castigar cualquier pitcheo. Justamente el tipo de bateador que la organización no había tenido desde la era Bonds.
Con contrato garantizado hasta 2033 y apenas 27 años de edad, Rafael Devers no solo apunta a convertirse en la nueva cara de los Gigantes, sino también en el heredero espiritual de Barry Bonds como ícono ofensivo de la franquicia. La era post-Bonds parece haber llegado a su fin. Y en San Francisco, la esperanza vuelve a estar en el lado zurdo del plato.
No se espera que pase mucho tiempo para que Barry Bonds diga algo con respecto a este movimiento, ya que desde su salida había dicho un par de veces que a pesar de que ganaron tres campeonatos desde el 2010 hasta el 2014, entendía que debían hacer mejores esfuerzos por obtener mejores jugadores y eso es justo lo que han comenzado a hacer desde el 2023, sumando jugadores como Matt Chapman, Willy Adames y ahora Devers.