Durante la turbulenta temporada 2008, los Red Sox de Boston enfrentaban una creciente tensión interna con uno de sus más icónicos peloteros: Manny Ramírez. El talentoso bateador dominicano, pieza clave en las Series Mundiales de 2004 y 2007, ya no ocultaba su descontento con la directiva del equipo, especialmente en torno a su contrato. Con el ambiente enrarecido, Boston comenzó a explorar opciones de cambio, y entre las organizaciones interesadas surgieron los entonces Florida Marlins, que para ese entonces tenían a un interesante joven que ofrecer: Giancarlo Stanton.

El presidente de los Red Sox de Boston en el 2008, Jed Hoyer, le dijo a ESPN que en dicho año fue un caos en la fecha límite de cambios, ya que entablaron conversaciones con varios equipos, y que entre ellos estaban unos Marlins de Miami ofreciendo como pieza principal del cambio a Giancarlo Stanton.

¿Cómo fue el cambio de Manny?

El 31 de julio de 2008, Manny Ramírez fue traspasado a los Dodgers de Los Ángeles como parte de un canje a tres bandas. En ese intercambio, los Medias Rojas de Boston recibieron al jardinero Jason Bay y al infielder de ligas menores Josh Wilson. Por su parte, los Piratas de Pittsburgh obtuvieron al infielder Andy LaRoche y al lanzador prospecto Bryan Morris, ambos provenientes de los Dodgers, además del jardinero Brandon Moss y el lanzador Craig Hansen, procedentes de los Medias Rojas.

Lo que dijo Jed Hoyer.

 “Fue un acuerdo de último momento entre tres equipos. Ese fue el más confuso porque había muchos cocineros en la cocina. En un momento dado, los Marlins estuvieron involucrados con un joven [Giancarlo] Stanton” dijo Hoyer.

Lo que se convirtió Giancarlo Stanton.

Giancarlo Stanton se convirtió en uno de los bateadores más temidos del béisbol moderno. Con los Marlins, ganó un premio al Jugador Más Valioso (MVP) en 2017, conectó más de 250 jonrones en sus primeras ocho temporadas y fue convocado tres veces al Juego de Estrellas. En 2013, firmó una extensión récord de 325 millones de dólares por 13 años, la más alta en la historia de las Grandes Ligas en ese momento.

Hoy, Stanton juega para los Yankees de Nueva York, el eterno rival de los Red Sox. Una ironía del destino que el bateador que casi fue parte de Boston ahora busque castigar a su afición con el uniforme del enemigo. El béisbol está lleno de historias de lo que pudo ser. Esta, sin duda, es una de las más llamativas: un futuro MVP estuvo a un par de llamadas de llegar a Fenway ParK pero terminó en el Bronx.