El béisbol, como la vida, da segundas oportunidades, y Carlos Rodón acaba de aprovechar la suya de la manera más contundente posible. El zurdo de los Yankees de Nueva York, criticado y abucheado por sus propios fanáticos hace dos años, regresó al mismo escenario y respondió con una joya monticular que dejó a todos sin palabras excepto para aplaudirlo.

Hace justo dos años, Carlos Rodón permitió seis carreras ante los Angelinos de Anaheim y mientras se dirigía al dugout fue brutalmente insultado y abucheado por unos fanáticos de los Yankees. El veterano no atravesaba un buen momento en apenas su primer año con los Mulos del Bronx.

Y la gota que derramó el vaso fue que él mismo optó por lanzarle besos a esos fanáticos que tanto lo abucheaban, algo que no fue visto con buenos ojos ante la prensa en general y mucho menos por la directiva de los Yankees de New York, quienes supuestamente tuvieron una conversación al respecto con el lanzador luego de este gesto.

La venganza de Carlos Rodón..

Dos años después, Rodon se lució en el mismo lugar y en las mismas circunstancias, lanzando siete entradas sin permitir anotaciones ante los Angels de Anaheim, logrando un total de diez ponches para así continuar con su gran dominio durante la temporada en general.

Hasta ahora, Carlos Rodón ostenta una marca de 7-3, con una impresionante efectividad de 2.64, en 72.2 innings lanzados, con 90 ponches y un promedio de bateo colectivo permitido de apenas .164. Números que no solo lo han redimido ante la afición, sino que también lo colocan como una pieza clave en la rotación neoyorquina, especialmente ante la ausencia de Gerrit Cole.

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El contraste no podría ser más dramático. Donde antes recibió insultos, hoy recibió ovaciones. Donde antes fue objeto de burla, ahora es motivo de orgullo. Carlos Rodón ha convertido los silbidos en aplausos y ha transformado la presión en motivación.

Su gesto de lanzar besos en 2023 fue interpretado como una falta de respeto; su actuación de este año, en cambio, fue una declaración de carácter, profesionalismo y resiliencia. En una temporada donde los Yankees de New York aspiran seriamente a llegar lejos en octubre, Rodón se ha ganado el derecho a que el Bronx lo respeto no con gestos, sino con resultados. Y quizás, esa sea la mejor venganza de todas.