El jardinero Aaron Judge de los Yankees de New York insistió en que no le presta demasiada atención a sus números, y que incluso está en un punto donde no se siente muy bien en la caja de bateo.
“No me siento muy bien bateando. Siempre es un trabajo en progreso”, confesó Judge tras la victoria del sábado por 13-1 sobre los Rockies de Colorado. Una afirmación que parecería extraña si no viniera del propio número 99, quien ha elevado su promedio de bateo a .397, con 18 jonrones y 47 carreras remolcadas, incluyendo un juego de 4-2 con un doble al día siguiente.
La temporada 2025 de Aaron Judge está marcando la diferencia en todas las áreas ofensivas. Más allá de su poder acostumbrado, su disciplina en el plato ha alcanzado otro nivel, convirtiéndolo en una pesadilla para los lanzadores rivales.
El mánager Aaron Boone, testigo cercano de esta evolución, no se mostró sorprendido por el rendimiento de su capitán. Para Boone, la clave del éxito de Judge va más allá del talento: es el dominio mental y la capacidad de ajustar constantemente.
“En última instancia, si quieres tener éxito de verdad, tienes que confiar en que persiga un poco”, explicó Boone. “Se ha vuelto muy bueno en no perseguir. Simplemente no lo ves salir de la zona tan a menudo. Por muy peligroso que sea y con tanto poder que tenga, cuando no sales de la zona de strike, estoy seguro de que no debe ser una sensación del todo cómoda para un lanzador” dijo Boone.
Aaron Judge, quien cursa su décima temporada en las Grandes Ligas, ha transformado su enfoque ofensivo. Lo que antes era un bateador temido por su fuerza bruta, ahora es un bateador de élite por su paciencia, selección de pitcheos y capacidad de hacer daño en cualquier conteo.
En un año donde los Yankees de New York buscan regresar al protagonismo absoluto, tener a un Aaron Judge encendido incluso sin sentirse “cómodo” es un lujo que pocas organizaciones pueden darse. Y si esto es lo que produce cuando no se siente bien, el resto de la liga debe estar alerta ante lo que podría venir cuando logre encontrar su mejor versión.