La carrera de Ronny Simón en las Grandes Ligas tomó un giro inesperado esta semana, cuando los Marlins de Miami anunciaron su despido solo dos días después de que el joven segunda base dominicano protagonizara una jornada para el olvido.
Simón, quien recientemente fue promovido al roster principal, cometió tres errores en tres entradas durante un juego ante los Padres de San Diego durante el martes por la noche cuando los Marlins de Miami desperdiciaron una ventaja temprana de 6-0 y terminaron perdiendo el juego. Simón fue señalado como uno de los principales responsables defensivos, luego de que sus errores facilitaran la remontada de San Diego. Visiblemente afectado por su desempeño, el jugador de 25 años fue captado por las cámaras mientras salía del terreno con lágrimas en los ojos, rumbo al dugout visitante.
My understanding is the Marlins have several roster moves ahead of this weekend’s home series against the Giants. Those will include both Infielders Matt Mervis and Ronny Simon being designated for assignment.
— Craig Mish (@CraigMish) May 30, 2025
A pesar del gesto empático de figuras como Fernando Tatis Jr., quien tuvo unas palabras de consolación después del partido, la directiva de los Marlins de Miami no tardó en tomar una decisión drástica. El jueves por la mañana, el equipo anunció oficialmente que Simón había sido designado para asignación, lo que en la práctica representa su salida del equipo, a menos que sea reclamado por otra organización en los próximos días.
La movida ha generado reacciones divididas en la comunidad del béisbol. Algunos fanáticos y analistas consideran que la decisión fue precipitada y carente de sensibilidad, especialmente por tratarse de un novato que claramente estaba atravesando un momento emocional complejo. Otros, en cambio, la interpretan como un mensaje contundente de los Marlins sobre la importancia de la ejecución defensiva y el profesionalismo, en medio de una temporada difícil.
Ronny Simón había llegado a los Marlins de Miami como un proyecto prometedor, con un perfil versátil y buenas manos en el cuadro. Sin embargo, la presión de las Grandes Ligas puede ser implacable, y esta experiencia representa un recordatorio de lo frágil que puede ser la permanencia en el mejor béisbol del mundo.
Por ahora, el futuro de Simón queda en el aire. Si no es reclamado en waivers, podría ser reasignado a ligas menores o convertirse en agente libre. Lo cierto es que su historia en Miami ha llegado a un final abrupto, marcado por un momento de vulnerabilidad que, lejos de olvidarse, podría ser el punto de partida de una futura redención.