Los Dodgers de Los Ángeles enfrentan una disyuntiva crítica en la Serie Divisional de la Liga Nacional (NLDS): su cuerpo de lanzadores ha cumplido con creces, pero la ofensiva no ha estado a la altura. Con un promedio colectivo de bateo de apenas .199, un OPS de .557 y un wRC+ de 58, el equipo ha dejado escapar oportunidades clave, conectando solo 5 hits en 29 turnos con corredores en posición de anotar (RISP).
En contraste, el pitcheo ha sido el pilar de la serie. Los abridores y relevistas de los Dodgers han registrado una efectividad (ERA) de 3.32, un FIP de 3.58, un promedio de bateo en contra (.207) y un WHIP de 1.21. Estas métricas reflejan un dominio constante desde el montículo, manteniendo a raya a los bateadores rivales y dando al equipo oportunidades reales de victoria.
Dodgers necesitan el despertar de sus bates
La pregunta inevitable es si la ofensiva puede reaccionar a tiempo. En series cortas, cada turno al bate cuenta, y los Dodgers han fallado en capitalizar momentos clave. Jugadores como Mookie Betts y Freddie Freeman han sido contenidos, y el lineup no ha logrado generar rallies sostenidos.
Te podría interesar: Dodgers anuncian a su abridor para el inicio de la Serie de Campeonato
El manager Dave Roberts ha reiterado su confianza en el grupo, pero también ha reconocido la urgencia de ajustar el enfoque ofensivo.
Si los Dodgers aspiran a avanzar a la Serie Mundial, necesitan que su ofensiva despierte. El pitcheo ha hecho su parte, pero sin producción ofensiva, el margen de error se reduce a cero. La serie aún está abierta, pero el tiempo para reaccionar se acorta.