No hay duda alguna de que Juan Soto es de los bateadores más talentosos de su generación y, de paso, el jugador mejor pagado en la historia del deporte de los Estados Unidos de Norte American. Sin embargo, una reciente encuesta ha generado curiosidad.
A pesar de su estatus como superestrella y su impecable disciplina en el plato, su nombre no apareció ni una sola vez en una reciente encuesta anónima realizada por The Athletic. El medio especializado entrevistó a 93 jugadores activos de las Grandes Ligas, haciéndoles una sencilla pero reveladora pregunta: “¿Cuál es el jugador que más te gusta ver jugar?” Los resultados sorprendieron a muchos.
Nombres como Ronald Acuña Jr., Shohei Ohtani, Mookie Betts y hasta Fernando Tatis Jr. fueron mencionados con frecuencia. Pero Juan Soto , el rostro de una de las franquicias más emblemáticas del béisbol y un talento generacional, no recibió ni una sola mención.
A nivel estadístico, Soto sigue siendo una máquina de producción: alto porcentaje de embasarse, poder, paciencia y consistencia. Sin embargo, esta encuesta refleja una posible desconexión entre su rendimiento y el impacto visual que genera en el campo. Mientras figuras como Acuña Jr. destacan con velocidad, explosividad y jugadas espectaculares, Soto basa su juego en una precisión quirúrgica al bate, más técnica que espectáculo, lo cual podría explicar su ausencia en este tipo de listas que se guían por el “factor entretenimiento”.
El hecho de que ningún jugador lo haya mencionado podría no ser un juicio sobre su valor como pelotero, sino sobre el tipo de emociones que despierta en sus colegas. En una época donde lo viral y lo visual dominan la narrativa del deporte, Soto parece estar quedando fuera de las conversaciones emocionales, aunque siga presente en las estadísticas.
El dato no deja de ser llamativo: el jugador mejor pagado de todos los tiempos, con números dignos del Salón de la Fama, no es considerado por sus pares como alguien emocionante de ver.
Sea como sea, Juan Soto tiene la oportunidad de cambiar esa percepción en lo que resta de temporada. Pero mientras tanto, la encuesta de The Athletic deja una pregunta en el aire: ¿Qué tan importante es el carisma visual en un juego que también premia la disciplina silenciosa?