La salida de Rafael Devers de los Red Sox de Boston rumbo a los Gigantes de San Francisco ha causado revuelo entre los fanáticos, pero dentro del clubhouse, el tono es otro. La reacción de Jarren Durán, una de las figuras más destacadas del equipo en la presente temporada, refleja una mezcla de madurez y enfoque colectivo que podría marcar la diferencia para los bostonianos en la recta final del año.

Jarren Durán no se mostró afectado por la partida de Devers, el antesalista estrella que había sido por años el rostro ofensivo de la organización. Al contrario, el jardinero fue tajante al hablar del ambiente tras el traspaso: “No podemos dejar que algo pequeño como un cambio nos desenfoque”, dijo. Sus palabras no son una falta de respeto hacia Devers, sino una muestra clara de cómo ha evolucionado el liderazgo en el equipo.

Jarren Durán y los Red Sox a pasar la página de Rafael Devers

La salida del dominicano fue impactante en términos de nombres y números, pero según Duran, la dinámica del grupo no se resintió. “El roster tiene 26 hombres. Él es solo uno. Al final, 25 estábamos tirando de la misma línea”, expresó, dejando entrever que, en los días previos al movimiento, el compromiso colectivo estaba por encima del desempeño individual.

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La gerencia justificó la transacción con argumentos de planificación a futuro, obteniendo a cambio piezas valiosas como el zurdo Kyle Harrison y el relevista Jordan Hicks. Sin embargo, es en el clubhouse donde más rápidamente se midió el pulso real del impacto. Y, si las palabras deJarren Durán sirven de termómetro, los Red Son han optado por mirar hacia adelante sin lamentos.

Este tipo de reacción puede ser clave en un equipo joven, en reconstrucción, pero con aspiraciones reales. Jarren Durán ha sido uno de los líderes silenciosos de esta temporada y sus declaraciones reafirman el mensaje de unidad que Alex Cora ha promovido desde los entrenamientos primaverales.

Mientras la afición procesa la salida de Devers, los jugadores siguen enfocados en competir. Porque, como dejó claro Duran, en el beisbol de Grandes Ligas no hay tiempo para mirar atrás.