El calor abrasador que azotó gran parte de Estados Unidos el sábado dejó su huella en las Grandes Ligas, afectando a dos peloteros durante sus respectivos encuentros. El campocorto dominicano Elly De La Cruz, de los Rojos de Cincinnati, y el relevista Trent Thornton, de los Marineros de Seattle.

Tanto de la Cruz como Thornton experimentaron síntomas preocupantes relacionados con el calor mientras competían bajo temperaturas superiores a los 33 grados Celsius.

Durante el juego entre los Rojos y los Cardenales de San Luis en el Great American Ball Park, De La Cruz, de apenas 23 años, vomitó en pleno campo con dos outs en la cuarta entrada. La escena obligó a la intervención de un entrenador y personal de mantenimiento para atender al jugador y limpiar el área.

A pesar del malestar, el joven campocorto se mantuvo en el partido y más adelante mostró su fortaleza al conectar un jonrón de dos carreras en la séptima entrada, en un esfuerzo por mantener a su equipo en la lucha antes de caer en entradas extras.

“De hecho, lo observé. Bebió mucha agua. Y mucho. “Y luego salió y se deshizo de ella”, dijo Terry Francona, haciendo referencia al vómito provocado por el exceso de hidratación en medio del calor sofocante.

En otro punto del país, durante el duelo entre los Marineros de Seattle y los Cachorros de Chicago en el Wrigley Field, el relevista Trent Thornton tuvo que abandonar el juego en la octava entrada tras presentar síntomas de una enfermedad provocada por el calor. Thornton, de 31 años, había lanzado dos entradas y un tercio sin permitir carreras antes de retirarse con ayuda del cuerpo médico del equipo.

“Fue un momento aterrador, sin duda. Luchó con todas sus fuerzas. Pero me alegra mucho que ya se sienta un poco mejor y que esté bien”,declaró el mánager interino de los Marineros, Dan Wilson concluyó.

Las temperaturas oficiales al momento del primer lanzamiento en ambos encuentros fueron alarmantes: 33 °C en Cincinnati y 34 °C en Chicago. Incluso el juego entre los Cerveceros de Milwaukee y los Mellizos de Minnesota se disputó bajo una advertencia oficial de calor excesivo.

Este episodio pone en evidencia los riesgos que enfrentan los jugadores al competir en condiciones extremas y reabre el debate sobre las medidas preventivas que deben tomar las organizaciones y la MLB para proteger la salud de los atletas en plena temporada veraniega.