El venezolano Orlando Arcia vivió un momento lleno de emoción al regresar a Truist Park como miembro de los Rockies de Colorado, pocos días después de haber sido dejado libre por los Bravos de Atlanta. 

Su retorno a la que fue su casa por varias temporadas estuvo marcado por una ovación de pie por parte de la afición local, que no dudó en demostrarle su aprecio, apenas fue anunciado su nombre. En su primer turno al bate, Arcia respondió con un sencillo al jardín izquierdo, gesto que pareció cerrar con broche de oro su reencuentro con la ciudad que lo vio brillar.

Lo más emotivo de la jornada ocurrió en el terreno, donde varios de sus excompañeros lo recibieron con los brazos abiertos. Figuras como Matt Olson, Ozzie Albies y Ronald Acuña Jr. compartieron abrazos, risas y bromas con Orlando Arcia, quien incluso recibió regalos simbólicos, como un guante firmado y una botella de bourbon.

Olson y Arcia..

El primera base de los Bravos de Atlanta que le hizo tantas atrapadas a Orlando Arcia desde el campocorto, continúa con sus rituales, como por ejemplo golpear en la cara al venezolano y que este las devuelva.

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Aunque ahora viste un uniforme distinto, el ambiente dejó claro que los lazos de camaradería no desaparecen con un cambio de equipo. Su salida de Atlanta, motivada por un rendimiento ofensivo por debajo de lo esperado, no fue impedimento para que los fanáticos y la organización lo recordaran con respeto y cariño.

En su paso reciente por los Rockies, Orlando Arcia ya ha demostrado que aún tiene gasolina en el tanque, incluso conectando un hit de oro que le dio la victoria a su nuevo equipo hace unos días. Antes de firmar con Colorado, Arcia había sido dejado en libertad por Atlanta a finales de mayo tras el regreso de Ronald Acuña Jr.

Aun así, lejos de mostrar rencor, se despidió agradecido con un mensaje emotivo en el que destacó el orgullo que sintió al vestir el uniforme de los Bravos. Su regreso al Truist Park fue la prueba de que, más allá de los números, lo que queda en el béisbol son los vínculos humanos y los recuerdos compartidos. Arcia regresó como rival, pero fue recibido como un hermano.