En el mundo del béisbol, el nombre de Albert Pujols siempre ha estado ligado al respeto, la grandeza y la consistencia. Sin embargo, en 2013 se vivió un episodio que puso a prueba no solo su reputación deportiva, sino también su honor personal, cuando decidió demandar al ex pelotero Jack Clark después de que este lo acusara públicamente de usar esteroides durante un programa de radio

El origen de la controversia

El 2 de agosto de 2013, Jack Clark, ex jugador de los Cardenales de San Luis entre 1985 y 1987, declaró en su programa de radio “The King and the Ripper Show” que tenía “certeza” de que Albert Pujols había consumido sustancias dopantes. Según Clark, un supuesto preparador físico del dominicano le habría confesado que lo inyectó en años anteriores.

Las palabras causaron un impacto inmediato. Pujols, quien para ese momento jugaba con los Angelinos de Los Ángeles y era tres veces ganador del premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, no tardó en responder con firmeza: llevó el caso a los tribunales del condado de San Luis, alegando que su reputación había sido dañada con comentarios “maliciosos y temerarios”.

La demanda de Albert Pujols

En la demanda, el toletero solicitó una compensación económica (cuyo monto no fue revelado) y que Clark admitiera públicamente que mintió. Uno de sus abogados aseguró que, si el caso resultaba favorable, Pujols donaría cualquier indemnización a causas benéficas.

El documento judicial resaltaba que el carácter y la reputación del dominicano eran “impecables e irreprochables”, en contraste con un Clark descrito como “un problemático anfitrión radial” que buscaba audiencia en los primeros días de su programa.

El caso también llamó la atención por producirse un día después de que Alex Rodríguez demandara a las Grandes Ligas y al entonces comisionado Bud Selig por lo que él calificó como una “cacería de brujas” en su contra relacionada con el dopaje.

Consecuencias inmediatas

Tras sus declaraciones, Clark y su coanfitrión Kevin Slaten fueron despedidos una semana después, mientras que el dueño de la estación WGNU-AM se disculpó públicamente por los comentarios emitidos. Sin embargo, para Pujols, el simple hecho de retirarlos del aire no bastaba para reparar el daño causado a su imagen.

La demanda señalaba que las acusaciones de Clark habían provocado humillación, angustia mental y ansiedad en el jugador, quien en ese momento era una de las máximas figuras del béisbol mundial, con un contrato de 10 años y 240 millones de dólares con los Angelinos..