La postemporada 2025 ha sido un desafío mayúsculo para Andy Pagés. El jardinero cubano de los Dodgers de Los Ángeles atraviesa una sequía ofensiva que podría inscribir su nombre en los libros de récord por las razones equivocadas. Con un OPS de apenas .108 tras más de 29 apariciones al bate, Pagés se perfila para romper la marca del peor OPS en una sola postemporada en la historia de las Grandes Ligas, actualmente en manos de Marv Owen, quien registró .169 en 30 apariciones con los Tigres de Detroit en 1934.
Pagés ha sido incapaz de generar impacto ofensivo en momentos clave. Su línea ofensiva en estos playoffs es preocupante: sin extrabases, sin carreras impulsadas y con una tasa de ponches elevada. A pesar de su explosión en la recta final de la temporada regular con Dodgers, el joven jardinero no ha logrado trasladar ese rendimiento a los escenarios de octubre, donde cada turno tiene peso de oro.
Dodgers, entre la paciencia y la urgencia con Andy Pagés
Para los Dodgers, la situación de Pagés representa un dilema. Por un lado, confían en su potencial y en su capacidad para ajustar. Por otro, la presión de la postemporada no permite margen de error. Con la serie aún abierta, el cuerpo técnico deberá decidir si mantiene al cubano en el lineup o si opta por una alternativa más productiva.
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La ofensiva de Dodgers ha tenido altibajos, y la falta de producción en el fondo del orden ha sido un factor limitante. Pagés, que debutó en 2024 y mostró destellos de poder, enfrenta ahora su primera gran prueba de resiliencia en el máximo nivel competitivo.
Si no logra revertir la tendencia en los próximos juegos con Dodgers, su OPS podría convertirse en el más bajo jamás registrado por un jugador con al menos 29 apariciones al bate en una sola postemporada. Un récord que nadie quiere ostentar.