Pese a contar con récord positivo y mantenerse en la pelea en la División Este de la Liga Nacional, los Mets de Nueva York de Carlos Mendoza arrastran una preocupante deficiencia ofensiva que amenaza con estancar su buen arranque: su bajo rendimiento con corredores en posición de anotar. El equipo tiene actualmente el cuarto peor promedio de bateo en esa situación en toda la MLB, una estadística que contrasta con su ubicación en la tabla de posiciones.

La situación es atípica. Los Mets son el único equipo entre los peores 15 en esa categoría ofensiva que se encuentra con más de seis juegos por encima de .500. El dato refleja tanto la calidad de su pitcheo como la necesidad urgente de resolver un problema ofensivo clave si quieren mantenerse competitivos a largo plazo.

Carlos Mendoza tiene un problema grave en Mets

Aquí es donde entra en juego el trabajo de Carlos Mendoza. El estratega venezolano, en su primera experiencia como mánager de Grandes Ligas, ha guiado al equipo con firmeza, pero ahora enfrenta uno de sus mayores retos: lograr que su alineación sea más efectiva en los momentos claves del juego. El bateo situacional no solo requiere talento, sino enfoque, ejecución y preparación, elementos que Mendoza deberá reforzar desde el dugout.

Figuras como Francisco Lindor, Pete Alonso y Juan Soto (quien atraviesa una racha ofensiva negativa) han tenido oportunidades con hombres en base, pero la producción colectiva no ha estado a la altura. Las fallas con corredores en posición anotadora han sido frecuentes, y los Mets han desperdiciado más de una decena de juegos cerrados por esa razón.

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Carlos Mendoza ha demostrado capacidad para manejar un clubhouse complejo y mantener al equipo enfocado. Ahora el siguiente paso es claro: ajustar la ofensiva en los momentos decisivos. Si los Mets logran elevar su promedio con corredores en base, podrían convertirse en uno de los clubes más peligrosos de la Liga Nacional. La temporada aún es joven, pero el margen de error es cada vez menor. Y Mendoza lo sabe.