Tras su consagración como una de las máximas figuras del Campeonato Nacional de Natación por categorías, celebrado el fin de semana en la piscina Roberto Flores de Fuerte Tiuna, Adanuriel Rosal, ahora enfoca sus brazadas en brillar el venidero Nacional de Ascenso en Mérida y conseguir en el futuro la clasificación a los Juegos Olímpicos.
«No me esperaba un desempeño tan sobresaliente a pesar de que trabajé mucho esta temporada», expresó la promesa de 15 años sobre sus logros en el campeonato que incluyeron tres récords nacionales, siete medallas de oro y una de plata.
Al recordar sus inicios en la pileta reveló que su pasión por la natación nació a la temprana edad de tres años, pues «desde pequeño, siempre me ha encantado el agua», y valoró el gran respaldo que consiguió de sus padres para convertirse en uno de los mejores tritones de la nueva generación.
«Ellos me apoyan en cada paso. En especial, mi papá, que en paz descanse. Siento que es un ángel que me acompaña desde el cielo, y le debo mucho de lo que he logrado», agradeció.
Su pasión por la natación va de la mano de su dedicación a los estudios. «La natación es mi pasión, pero me empeño cada día en cumplir con mis tareas y prepararme para las clases, mientras mantengo mi compromiso con el deporte».
El juvenil se encuentra trabajando para obtener los mejores resultados en el nacional abierto de ascenso a disputarse en Mérida del 10 al 14 de este mes. «Se dieron estos buenos resultados aquí y eso quiere decir que el entrenamiento está funcionando, lo cual significa que vamos por buen camino», aseveró.
Rosal también recordó su destacada participación en los Juegos Escolares Suramericanos de Bucaramanga, Colombia, realizados en noviembre del año pasado, cuando cosechó cuatro medallas doradas.
«Es un orgullo representar a Venezuela y fue increíble e inolvidable conseguir esas victoria. Esa competencia me ayudó a crecer como atleta y como persona. Cada medalla es un paso más hacia mis sueños», añadió el capitalino.
Como todo atleta de alto rendimiento, el norte al que dirige sus brazadas es superar cada peldaño internacional hasta alcanzar la cumbre de las competencias multidisciplinarias.
«Sueño con ir a mis primeras olimpiadas, es uno de mis mayores anhelos, y seguiré trabajando duro para alcanzar ese objetivo y seguir mejorando en cada competencia», puntualizó acerca de esa meta que podría ver coronada en los Juegos Olímpicos de de Brisbane 2032, en Australia, cuando seguramente arribará a la madurez como nadador.
Finalmente, envió un mensaje a otros jóvenes que aspiran a seguir sus pasos en la natación. Nunca se rindan y trabajen duro por sus sueños. La natación requiere dedicación y sacrificio, pero con pasión y esfuerzo, todo es posible».
Felipe Ramírez / Prensa Mindeporte
Fotografías: Mairelys González
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