Shohei Ohtani es, sin discusión, uno de los talentos más completos que ha pisado un diamante de Grandes Ligas. Sin embargo, cuando se trata de postemporada, su rendimiento ha estado lejos del nivel histórico que acostumbra en temporada regular. En cinco series de playoffs, el japonés solo ha brillado con el bate al nivel de una superestrella en dos de ellas, dejando números que reflejan una producción intermitente cuando más importa.

Ohtani empeora su historial en postemporada.

En total, Shohei Ohtani acumula 22 juegos de postemporada, 106 apariciones al plato, 5 cuadrangulares, 15 carreras impulsadas y 34 ponches, para una línea ofensiva de .205 de promedio, .333 de porcentaje de embasado y .720 de OPS. A pesar de algunos destellos de grandeza, su impacto en la mayoría de las series ha sido limitado, con un WPA (Win Probability Added) de apenas 0.18, una métrica que mide el aporte directo de un jugador a las victorias de su equipo.

Lo más llamativo es el contraste con su rendimiento en temporada regular, donde suele superar el 1.000 de OPS y figurar entre los líderes en jonrones y carreras producidas. En octubre, la presión y el nivel de los lanzadores rivales parecen haberle pasado factura. Su promedio de .205 y los 34 ponches en apenas 22 juegos son un reflejo de lo mucho que ha batallado por establecerse como un bateador dominante en los escenarios más grandes.

Con los Dodgers de Los Ángeles construyendo un proyecto en torno a él y Mookie Betts, el desafío para Shohei Ohtani sigue siendo el mismo: trasladar su poder y consistencia a los momentos decisivos de octubre. A sus 31 años, el fenómeno japonés aún tiene tiempo de cambiar la narrativa y demostrar que puede ser tan letal en playoffs como lo ha sido durante las últimas temporadas en la MLB.