El pitcheo volvió a ser protagonista en Seattle. Logan Gilbert escribió una nueva página en la historia de los Marineros al convertirse en apenas el segundo lanzador de la franquicia en lograr una actuación de 6+ entradas, una o menos carreras limpias y 7+ ponches en un juego de postemporada. El único que lo había hecho antes fue el venezolano Freddy García, quien lo consiguió en el año 2000, durante una de las etapas más exitosas del club en la Liga Americana.
La joya de Gilbert llegó en el momento perfecto: su segunda aparición en playoffs y ante la mirada de una afición que ha recuperado la esperanza en un equipo joven, talentoso y decidido a dejar su huella. El derecho demostró madurez y dominio absoluto, mezclando velocidad con precisión para controlar el ritmo del partido desde el primer lanzamiento.
Marineros: Logan Gilbert brilla a lo Freddy García
Este tipo de actuaciones refuerza el legado de los Marineros como una organización que, pese a los altibajos, sigue formando lanzadores capaces de rendir en los escenarios más exigentes. La conexión entre Gilbert y Freddy García es simbólica: dos generaciones distintas, unidas por el mismo nivel de excelencia cuando más importa.
Para Gilbert, este inicio de postemporada representa una confirmación de su desarrollo como as del cuerpo de lanzadores de los Marineros. Su temple, su comando en la zona y su capacidad para responder en juegos de alta presión lo consolidan como una pieza esencial para las aspiraciones del club.
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Los Marineros han encontrado en Gilbert una nueva figura para liderar desde el montículo, y su actuación ya es considerada una de las más prometedoras en la historia reciente de la franquicia. En una noche de octubre, Seattle volvió a soñar con grandeza gracias a su joven abridor.
