Yoshinobu Yamamoto acaba de inscribir su nombre junto a los más grandes en la historia de los Dodgers. En una actuación impecable durante la Serie Divisional de la Liga Nacional, el lanzador japonés completó seis entradas sin permitir anotaciones y recetó nueve ponches, convirtiéndose en apenas el cuarto pitcher del equipo en lograr esa hazaña en un juego de postemporada.

La lista es corta y legendaria: Don Drysdale lo hizo en 1963, Sandy Koufax en 1965, Clayton Kershaw en 2020, y ahora Yamamoto en 2025. Cada uno de esos nombres representa una era de dominio desde el montículo, y la inclusión del japonés confirma que los Dodgers han encontrado una nueva figura de élite para liderar su rotación en octubre.

Yamamoto se pone a la par de varias leyendas de los Dodgers 

La actuación de Yamamoto no solo fue histórica, sino también estratégica. Enfrentó a una ofensiva agresiva de los Phillies y la neutralizó con una combinación de rectas altas y curvas cortantes. Su control fue quirúrgico: apenas permitió dos hits y no otorgó boletos, manteniendo a los bateadores fuera de balance durante todo el encuentro.

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El mánager Dave Roberts elogió su temple y ejecución. Con esta salida, Yamamoto no solo refuerza su estatus como estrella emergente, sino que también da a los Dodgers una ventaja táctica en la serie. Su dominio en el montículo podría ser el factor decisivo para avanzar a la Serie de Campeonato, y su nombre ya resuena entre los grandes del equipo.