Los Miami Marlins, prácticamente eliminados de la contienda por los playoffs, han decidido mover su rotación y retrasar un día la apertura de Sandy Alcántara, con la intención de que su as suba al montículo en el loanDepot Park frente a los Mets de New York, en la última serie de la temporada regular 2025.
Aunque el panorama competitivo ya está decidido para Miami, la organización busca cerrar el año con un espectáculo que valga la pena para sus seguidores. Sandy Alcántara, quien se ha convertido en el rostro de la franquicia y en uno de los lanzadores más dominantes de la Liga Nacional, representa la carta más atractiva para que la afición disfrute de un duelo de élite antes de despedir la campaña.
Más allá del simple show, el ajuste de calendario esconde un trasfondo competitivo y emocional: los Mets de New York siguen en plena pelea por un boleto a la postemporada, y los Marlins no quieren ponérsela fácil. En el Este de la Liga Nacional la rivalidad ha ido creciendo, y Miami parece decidido a usar a su mejor carta para intentar arruinarle los planes a su vecino más odiado.
Sandy Alcántara ha sido mucho más que un abridor para Miami. Su constancia, su capacidad de trabajo y su presencia en el clubhouse lo han convertido en un referente. Colocarlo en la última serie frente a Nueva York no solo es un movimiento estratégico: también es una declaración de orgullo, un “golpe de autoridad” que intenta reafirmar que, incluso en la derrota, los Marlins no se doblegan ante sus rivales.
La decisión de Miami no cambiará el destino de su temporada, pero sí puede tener repercusiones en la Liga Nacional. Alcántara contra los Mets en el cierre del año no solo promete un duelo de calidad para los fanáticos, sino que también refuerza la rivalidad creciente entre ambas franquicias.