El segunda base venezolano de los Tigres de Detroit, Gleyber Torres, le recordó el miércoles por la noche a los Yankees de New York, el porqué estuvo durante siete años en la organizacion y soportaron sus altas y bajas en términos ofensivos.

Gleyber Torres, quien se unió a los Tigres de Detroit mediante un acuerdo de un año y 15 millones de dólares después de caer en la Serie Mundial con los Yankees de New York ante los Dodgers de Los Angeles en el 2024, no solo hizo su primera aparición en años al Juego de Estrellas este 2025, sino que también se hizo sentir en su primera vez jugando como rival en el Yankee Stadium.

Su estreno como rival en el Yankee Stadium no pudo ser más significativo. Torres fue el encargado de impulsar las tres primeras carreras de los Tigres en la contundente victoria 11-1 sobre los Yankees.
En la parte alta de la cuarta entrada, con las bases llenas, conectó un sencillo oportuno que empujó dos anotaciones y silenció a la fanaticada del Bronx. Más adelante, en la séptima entrada, sumó otra carrera remolcada con un rodado de sacrificio

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En total, culminó la noche con línea de 5-1 y tres impulsadas, demostrando que todavía puede ser un bate de impacto en escenarios grandes.

Un recordatorio incómodo para los Yankees

El aporte ofensivo de Torres no solo ayudó a Detroit a seguir en la lucha dentro de la Central de la Liga Americana, sino que además sirvió como un recordatorio incómodo para la gerencia de los Yankees. Durante años, el venezolano fue una figura polarizadora en Nueva York: capaz de conectar batazos decisivos, pero también de atravesar largos periodos de inconsistencia. Aun así, la organización lo mantuvo como pieza importante hasta el final de la temporada pasada.