La llegada de Juan Soto a los Mets de New York generó una ola de expectativas, sin embargo, su desempeño en el jardín derecho del Citi Field ha encendido las alarmas: lo que antes fue considerado una virtud en su carrera, hoy se ha convertido en un dolor de cabeza para los Mets.

De finalista al Guante de Oro a lucir perdido en el Citi Field

A lo largo de su carrera, Juan Soto fue varias veces finalista al Guante de Oro, mostrando destellos de solidez defensiva en el outfield. Aunque nunca fue catalogado como un defensor élite, sí mantenía una reputación respetable, apoyada en sus rutas de fildeo y una mejora progresiva en sus primeras temporadas en Grandes Ligas.

No obstante, en su primer año con los Mets de New York bajo el megacontrato récord, Soto ha lucido perdido en el jardín derecho del Citi Field. Las estadísticas avanzadas lo colocan entre los peores defensores de la MLB en 2025. Con un alarmante -10 en Outs Above Average (OAA) y -10 en Fielding Runs Value (FRV), su aporte defensivo ha sido prácticamente nulo e incluso perjudicial para el equipo. Estos números lucen muy alarmantes en comparación al año anterior, donde solo tuvo -4 en outs por encima del promedio y no quedo debiendo carreras.

Las métricas que preocupan a Mets y fanáticos

El análisis de FanGraphs confirma lo que los fanáticos observan partido tras partido. La velocidad de Soto cayó al percentil 15, situándolo entre los jugadores más lentos de toda la liga. Este retroceso físico se traduce en reacciones tardías, malos saltos y dificultades para cubrir los espacios amplios del Citi Field.

Rivales y analistas coinciden en que su defensa se ha convertido en una debilidad evidente. Cada línea o elevado hacia el jardín derecho se percibe como una oportunidad para avanzar bases extras, una situación insostenible para un equipo que aspira a competir en lo más alto.

El reto de Juan Soto en Nueva York

El caso de Juan Soto con los Mets de New York es un recordatorio de que no basta con ser una superestrella ofensiva. En Nueva York, la exigencia es total, y la defensa también pesa en la evaluación de un jugador multimillonario. El dominicano deberá redoblar esfuerzos si quiere recuperar su reputación como jardinero respetable y silenciar las críticas que, cada vez más, lo etiquetan como un lastre en el campo.