Los Yankees de New York y su manager Aaron Boone sufrieron una de sus derrotas más dolorosas de la temporada el lunes por la noche, luego de ser dejados en el terreno por los Rangers de Texas en entradas extras, en un juego que volvió a evidenciar las grietas de su cuerpo de relevistas y en especial, el preocupante rendimiento de su cerrador Devin Williams.
El desastre comenzó en la parte baja de la novena entrada, cuando con un out y sin corredores a bordo, Joc Pederson conectó un cuadrangular solitario ante los envíos de Devin Williams para empatar el juego 5-5 y forzar entradas extras. Fue el segundo blown save del derecho en sus últimas tres oportunidades, aumentando la presión sobre su rol dentro del equipo.
La décima entrada trajo más frustración para los del Bronx. A pesar de tener hombres en primera y segunda sin outs, Austin Wells bateó para doble play, apagando cualquier intento de tomar la ventaja. Luego, en el cierre del episodio, con dos outs y corredores en base, Josh Jung castigó a Jake Bird con un jonrón de tres carreras que selló el 8-5 final en favor de los Rangers.
Después del encuentro, Williams no ocultó su molestia y fue directo al grano en su evaluación, en especial sobre ese lanzamiento a Joc Pederson.
Lo que dijo Devin Williams.
“Como dije, me sentí genial. Fue el único lanzamiento que me lastimó. Aparte de eso, pensé que estaba ejecutando los lanzamientos, pero el juego tiene que terminar ahí conmigo- Las cosas no han ido bien por un tiempo y creo que todos lo saben.Diría que estoy haciendo mi mejor esfuerzo; a veces eso lleva al resultado contrario al que buscas, pero sabes que al final tienes que lograrlo”.dijo Williams
Los números respaldan su preocupación. Con esta derrota, los Yankees han perdido 18 de sus últimos 23 juegos como visitantes, una racha tan negativa que no se veía desde 1991. Para colmo, sus rivales directos, los Blue Jays de Toronto y los Red Sox de Boston, siguen sumando victorias, lo que pone aún más en riesgo la posición de los Yankees en la carrera por los playoffs.
El caso de Devin Williams se ha convertido en uno de los focos críticos del equipo. Llegó a Nueva York con credenciales de élite, pero sus recientes tropiezos comienzan a poner en duda si puede seguir siendo la opción confiable en la novena entrada.