Una tarde tranquila en el Fenway Park se transformó en un espectáculo cargado de tensión cuando el lanzador de los Astros de Houston, Héctor Neris, protagonizó un episodio inusual que provoco que se vaciaran las bancas ante los Red Sox de Boston.
Todo ocurrió cuando Neris, visiblemente molesto, cometió un balk de forma deliberada con el corredor Trevor Story en la intermedia, lo que automáticamente le permitió avanzar a tercera base. ¿La razón? El dominicano alegó que Story estaba enviando señales desde la segunda base a su compañero en turno.
Lo que parecía un movimiento extraño tomó sentido segundos después, cuando Héctor Neris comenzó a gesticular y señalar directamente hacia el dugout de Boston, mientras lanzaba algunas palabras al entrenador de tercera base, quien presuntamente también habría participado en el supuesto robo de señas. La situación se salió de control rápidamente: ambos equipos salieron de sus bancas, vaciando los bullpens y generando un ambiente tenso en el diamante.
Aunque no hubo golpes ni expulsiones, los umpires tuvieron que intervenir para calmar los ánimos, mientras Héctor Neris continuaba visiblemente alterado, y al salir del campo no dudó en encarar verbalmente al coach de tercera de los Red Sox de Boston, dejando claro que no toleraría ese tipo de comportamiento.
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El nuevo “Balk intencional” de las Grandes Ligas.
La jugada del balk intencional no solo encendió el partido, sino que también encendió el debate sobre la ética en el juego y el uso de señas desde la base. Neris defendió su acción alegando que proteger la integridad de su estrategia era más importante que concederle una base extra al corredor.
Este altercado podría tener repercusiones mayores si la MLB decide investigar lo ocurrido o si los equipos se reencuentran en el futuro. Por ahora, lo cierto es que Neris dejó claro que no permitirá distracciones ni sospechas de trampa en el montículo, aunque eso implique incendiar el juego con una jugada tan inusual como polémica.