Los Padres de San Diego se han convertido en uno de los equipos más intrigantes de cara a la fecha límite de cambios. Aunque su enfoque es el de competir y reforzarse para la recta final de la temporada, están dispuestos a escuchar ofertas por piezas clave si eso les permite mejorar en otras áreas. Uno de esos nombres que ha generado revuelo en las últimas horas es el de Dylan Cease.
Según reportes recientes, los Padres están abiertos a escuchar ofertas por el talentoso lanzador derecho, y ya equipos como los Yankees de Nueva York, los Mets de Nueva York, los Cubs de Chicago y los Red Sox de Boston han mostrado interés y se han registrado para preguntar por él. Esto ha sacudido el mercado, ya que Cease no es un simple “alquiler”, sino un abridor con gran proyección y control contractual más allá de esta temporada.
El hecho de que San Diego escuche por Dylan Cease no significa que estén vendiendo, sino que su enfoque es más flexible. Los Padres están en modo comprador, pero tienen una filosofía particular: si pueden usar un activo valioso para conseguir una mejora tangible en otras áreas, incluso si eso significa sacrificar a un jugador con años de control, están dispuestos a considerarlo.
Apostar a mover a Dylan Cease sería un movimiento audaz, incluso arriesgado. Desde su llegada a San Diego, ha mostrado destellos del nivel que lo llevó a pelear por el Cy Young en temporadas pasadas, y representa uno de los pilares de una rotación que ha sido golpeada por lesiones e inconsistencia. Pero al mismo tiempo, su valor de mercado es alto, y equipos necesitados de pitcheo abridor podrían estar dispuestos a pagar caro por él, incluso si eso significa ceder prospectos de primer nivel o piezas listas para contribuir desde ya.
Números de Cease en el 2025.
- 20 salidas, 108 entradas, 139 ponches, 4.61 de efectividad, 3 victorias y 9 derrotas.
La situación deja en claro que los Padres no se cierran a nada. Su meta sigue siendo competir en 2025, pero si una propuesta mejora su roster actual o a corto plazo, están dispuestos a arriesgar. Todo dependerá de qué tan fuerte lleguen las ofertas y del compromiso real de sus rivales de negociar en serio por uno de los brazos más codiciados del mercado.