Los Bravos de Atlanta han dejado claro que no tienen intenciones de desmantelar su núcleo. A pesar de las especulaciones propias de la fecha límite de cambios, la organización ha transmitido a los demás equipos que está interesada en negociar a solo dos de sus jugadores: Marcell Ozuna y Raisel Iglesias.

Los únicos nombres que se mencionan como disponibles en el mercado son los del veterano bateador designado Marcell Ozuna y el cerrador cubano Raisel Iglesias. Este enfoque refleja la visión a largo plazo de la gerencia, que ha apostado por un plantel joven, talentoso y mayormente asegurado mediante extensiones multianuales.

Nombres como Ronald Acuña Jr., Matt Olson, Austin Riley, Michael Harris II, Ozzie Albies y Spencer Strider han sido firmados con contratos que garantizan su permanencia en la organización por varios años, formando la base de un proyecto competitivo y sostenible. Por eso, resulta lógico que los Bravos eviten alterar esa estructura con movimientos impulsivos.

Sin embargo, la situación contractual y de rendimiento de Marcell Ozuna e Iglesias los convierte en piezas lógicas de cambio. Ozuna, a pesar de contar con derechos de 10 años en MLB y cinco con el mismo equipo, lo que le permite vetar cualquier canje, ha sido uno de los bates más productivos de la alineación y podría tener valor para un equipo contendiente que busque poder en el medio del lineup.

Raisel Iglesias, por su parte, es un relevista probado que sigue siendo eficiente en su rol, y podría reforzar el bullpen de un equipo en carrera por la postemporada. El derecho que está en su último año de contrato devengando un salario de 16 millones de dólares, posee 2.03 con 17 ponches en sus últimas 15 apariciones.

Mientras que Marcell Ozuna, autor de un OBP de .366 con 13 jonrones y 42 carreras remolcadas en el 2025, también está en su último año de contrato ganando 16 millones de dólares.

En lugar de reconstruir, los Bravos de Atlanta parecen dispuestos a realizar ajustes estratégicos que les permitan mantener su competitividad futura, liberar espacio salarial y eventualmente abrir hueco para jóvenes que ya empujan desde las ligas menores. En una época donde muchos equipos optan por vender alto o reconfigurar su núcleo al menor signo de dificultad, los Bravos apuestan por la estabilidad. La única ventana de salida, por ahora, parece estar abierta solo para Marcell Ozuna y Raisel Iglesias.