Luego de 21 años de ausencia, Sammy Sosa regresará hoy al icónico Wrigley Field para ser exaltado al Salón de la Fama de los Cachorros de Chicago, en lo que promete ser una de las ceremonias más emotivas y simbólicas de los últimos tiempos para la franquicia.
El ex toletero dominicano, figura clave en la historia moderna del equipo, no había pisado el terreno de los Cubs desde su polémica salida en 2004, lo que convirtió su retorno en un evento largamente esperado tanto por los fanáticos como por la organización.
Sosa, quien marcó una era en el béisbol durante su paso por Chicago, recibirá el reconocimiento oficial por sus hazañas dentro del terreno, que incluyen campañas de más de 60 cuadrangulares, un premio al Jugador Más Valioso en 1998 y su contribución al resurgir del interés por el béisbol a finales de los años noventa.
Durante años, la relación entre Sammy Sosa y la franquicia estuvo marcada por la distancia y la falta de comunicación, pero en los últimos meses se abrió paso un proceso de reconciliación que culmina hoy con su ingreso al recinto de los inmortales del equipo.
La ceremonia en el Wrigley Field, previa al partido ante los Nationals, no solo representa una reivindicación para el dominicano, sino también un momento de cierre emocional para una afición que vibró con cada batazo del legendario número 21.
El regreso de Sammy Sosa al lugar donde vivió sus momentos más gloriosos simboliza un nuevo comienzo y una muestra de que el legado de uno de los peloteros más icónicos de los Cubs finalmente ha encontrado su sitio en casa.