Pese a su victoria en Imola, Max Verstappen ha optado por mantener la cautela en la previa del Gran Premio de Mónaco, reconociendo abiertamente que el trazado urbano del Principado no favorece las características del actual monoplaza de Red Bull.

“Sabemos que esta pista no es la mejor para nuestro carro”, declaró el tricampeón del mundo al ser consultado sobre sus expectativas para la próxima cita del calendario. El neerlandés Max Verstappen, quien suma ya cinco triunfos en la temporada 2025, explicó que el RB21 presenta una debilidad clave en los tramos de baja velocidad, un aspecto fundamental en las estrechas y técnicas calles de Montecarlo.

Max Verstappen presagia una carrera dura para Red Bull

A diferencia de otros circuitos más veloces y con largas rectas donde Red Bull ha demostrado una clara superioridad aerodinámica y eficiencia en línea recta, Mónaco exige precisión milimétrica en curvas cerradas, además de una estabilidad sobresaliente en frenadas cortas y tracción en salidas lentas. Allí, equipos como Ferrari y McLaren podrían tener ventaja técnica.

A pesar del sólido ritmo mostrado en Imola, donde Max Verstappen resistió la presión de Lando Norris hasta la última vuelta, el líder del campeonato prefiere mantener los pies en la tierra. Su enfoque prudente responde no solo a las particularidades del trazado monegasco, sino también al hecho de que cualquier error, por pequeño que sea, puede pagarse muy caro en un circuito sin margen de escape.

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Max Verstappen ya ha ganado en Mónaco (en 2021), pero Red Bull sabe que el rendimiento de este año no será tan dominante como en temporadas anteriores. El desafío será maximizar el potencial del monoplaza en condiciones que no le son favorables. Con el campeonato aún abierto y rivales cada vez más cerca, la próxima parada en Montecarlo pondrá a prueba tanto al talento del piloto como a la capacidad de adaptación del equipo.